martes, 24 de septiembre de 2013

ANIMALES INVERTEBRADOS

                                           
                                    ANIMALES INVERTEBRADOS

Se denomina invertebrados a todos aquellos animales (reino Animalia) que no se encuadran dentro del subfilo de los vertebrados del filo cordados (Chordata). El nombre alude a que, a diferencia de estos últimos, carecen de columna vertebral o notocorda y de esqueleto interno articulado. Agrupa al 95% de todas las especies animales.1

Dentro de la paleozoología y la paleobiologia, invertebrados grandes y pequeños son estudiados mediante fósiles; esta disciplina es llamada paleontología de invertebrados.

                                                      Clasificación

El término invertebrados fue introducido por Lamarck, al que se considera fundador de la zoología de invertebrados. En la clasificación de Carlos Linneo los animales no vertebrados se repartían en insectos y gusanos (refiriéndose respectivamente a los artrópodos y los anélidos).

En 1794, Lamarck subdividió a los que desde entonces se denominó "invertebrados" en moluscos, insectos, gusanos, equinodermos y pólipos. En 1809, consideró ya diez clases: moluscos, cirrípedos, anélidos, cangrejos, arañas, insectos, gusanos, equinodermos, pólipos e infusorios. Entre 1815 y 1822 Lamarck publicó, en siete volúmenes, la Historia natural de los animales invertebrados, con descripciones de las especies entonces conocidas y que fue obra de referencia durante mucho tiempo. Aunque muchos de los nombres anteriores siguen utilizándose, sus límites han cambiado.
 
                                                    Uso
En la práctica profesional de la zoología, y en su enseñanza, la distinción entre vertebrados e invertebrados sigue ocupando un lugar, siendo comunes los departamentos universitarios, revistas científicas o manuales de zoología dedicados a los invertebrados, como el libro de Brusca y Brusca;2 y el de Hickmann, aunque esto debe interpretarse como efecto de una tradición, y no como el reconocimiento de validez o utilidad científica del concepto. En el tratamiento académico de la diversidad de los invertebrados se ha seguido utilizando extensamente la distinción de dos categorías: los artrópodos y los no artrópodos. Pero el problema que presentan estos últimos es análogo al indicado más arriba para el concepto de “invertebrados”.
Algunos filos y ejemplos

    (Artrópodos) - arácnidos, insectos, miriápodos, crustáceos

    (Moluscos) - almejas, calamares, pulpos, caracoles.
    (Poríferos) - esponjas.
    (Celenterados) - medusas, corales, pólipos.
    (Equinodermos) - estrellas de mar y erizos de mar
    (Platelmintos) - gusanos planos y parásitos.
    (Nematodos) - gusanos cilíndricos.
    (Anélidos) - lombrices de tierra, sanguijuelas.





                                                Macroinvertebrados

En el lenguaje de la ecología acuática, el término macroinvertebrado se utiliza tradicionalmente para referirse a los invertebrados de agua dulce, incluyendo los insectos (sobre todo larvas y ninfas), crustáceos, anélidos, moluscos (caracoles acuáticos y bivalvos) y planarias (platelmintos) que habitan en cauces de ríos, charcas, lagos, etc. Históricamente, su abundancia y diversidad se han utilizado como indicadores (bioindicadores) de la salud del ecosistema y de la biodiversidad local. Son un componente imprescindible en la cadena alimenticia y la trasformación de la materia orgánica.


                                                ARTRÓPODOS


Los artrópodos son los animales invertebrados que forman el filo más diverso del reino animal. Estos animales tienen el cuerpo cubierto por un exoesqueleto conocido como cutícula y formado una serie lineal de segmentos ostensibles, con apéndices de piezas articuladas. Los arácnidos, los insectos y los crustáceos son artrópodos.

ArtrópodosLos especialistas calculan que existen más de un millón de especies de artrópodos, lo que supone cerca del 80% de todas las especies animales conocidas. La mayoría de los artrópodos son insectos, y muchos de ellos se encuentran adaptados para la vida en el aire.

Pese a la gran variedad de artrópodos, pueden mencionarse varias características en común, como la presencia de un exoesqueleto quitinoso y de apéndices articulados, o el cuerpo formado por segmentos repetitivos (un fenómeno que recibe el nombre de metamería).

Además de todas estas características señaladas es importante establecer igualmente que otra de las principales señas de identidad de los artrópodos es su sistema de reproducción. En este caso podemos subrayar que la hembra es la que se encarga de poner huevos, una vez que se ha producido la fecundación por parte del macho.

En este caso, el resultado de este proceso puede ser de dos tipos. Así, de ese huevo puede nacer directamente un individuo similar a sus progenitores o bien de aquel puede producirse el nacimiento de una larva que, poco a poco, se irá transformando en un proceso conocido como metamorfosis hasta dar lugar al citado ser.

El exoesqueleto está formado por distintas capas. La capa superficial, que se denomina epicutícula, es muy delgada, está compuesta por proteínas y lípidos, y tiene una función impermeabilizante. La procutícula es la capa más gruesa de la cutícula y puede dividirse en exocutícula (la parte más rígida) y endocutícula (flexible).

Cabe destacar que, a lo largo de su crecimiento, el artrópodo muda su exoesqueleto a través de un proceso de ecdisis.

Diversas son las clasificaciones que existen para poder determinar los distintos tipos de artrópodos que hay en la actualidad. No obstante, lo más habitual es hacer grupos de estos seres vivos en base al número de patas que poseen. De esta manera, nos encontraríamos con cuatro grandes conjuntos:

Artrópodos con seis patas. Dentro de este grupo se encontrarían los insectos.

Artrópodos con ocho patas. Los conocidos como quelicerados son los que dan forma al mismo. Como ejemplo de estos tendríamos a las arañas, a los escorpiones o incluso a los conocidos como cangrejos herradura. La principal característica que les define y diferencia del resto de artrópodos es que no tienen antenas.

Artrópodos con diez patas. Los crustáceos son los que se incluyen en este conjunto, es decir, los cangrejos, los camarones o las langostas.

Artrópodos con más de doce patas. En su caso, los integrantes de este grupo son los miriápodos, es decir, seres vivos como los ciempiés.

Por último, podemos destacar la particularidad de los ojos de los artrópodos. Estos ojos pueden ser simples, con una sencilla retina y una córnea transparente que los recubre, o compuestos, formados por diversos elementos (los omatidios) que se ubican de forma radial y pueden apuntar a distintas direcciones.

                                                    MOLUSCOS
LOS moluscos son, después de los insectos, el grupo más extendido sobre el planeta, del cual se han clasificado aproximadamente 200 mil especies. Se les encuentra lo mismo en la copa de los árboles que en las profundidades abisales marinas. El estudio de estos animales ha ofrecido a los científicos, a través de la historia, temas por demás interesantes, por lo que es uno de los grupos mejor entendidos en la actualidad.

Se cuenta también con los conocimientos aportados por los coleccionistas aficionados, algunos de los cuales además del interés que les despierta la belleza de la concha, se han adentrado en el estudio de la biología de estos animales. Otros se han dedicado a conocer a los moluscos de interés puramente culinario, porque éstos, además de ser altamente nutritivos, tienen sabores especialmente agradables.

Muchos de los moluscos fueron utilizados desde tiempos prehistóricos en la alimentación humana, como lo demuestra el hecho de que en las cavernas y albergues en que se guarecieron los hombres primitivos del Paleolítico, persisten abundantes restos de conchas de moluscos que les sirvieron de alimento, como es el caso de la conocida cueva de Altamira, en el norte de España, donde se encontraron cantidades realmente extraordinarias de conchas de bígaros o lapas (Littorina littorea) y de lapas (Patella vulgaris). En los concheros y los kiokemondingos, formados por restos de cocina, se encuentran gran cantidad de conchas y, entre ellas, restos de hombres primitivos, de ahí su gran importancia arqueológica.

Poco a poco los moluscos se fueron incorporando a la dieta de la humanidad, aumentando el consumo de algunos de ellos, como las ostras, los ostiones, las almejas y los pulpos, entre otros; sin embargo, en la mayoría de los casos su explotación fue artesanal y para consumo doméstico. Hasta épocas recientes se inició la utilización industrial de algunos moluscos, como las ostras y los mejillones, sobre todo desde que se desarrollaron la ostricultura y la miticultura prácticas que se intensificaron a finales del siglo XIX e inicios del presente.

En la última década se han producido cambios importantes en las pesquerías mundiales de moluscos, sobre todo en el caso de los cefalópodos, al aumentar la explotación de estos recursos en la plataforma continental, con mejores equipos de pesca, embarcaciones y métodos de detección o cosecha y con la ampliación del mercado de estos organismos, ya que han sido incorporados como productos convencionales dentro del consumo del hombre.

La producción mundial de moluscos reportada por FAO para 1986, de 6 359 984 toneladas, está formada por moluscos marinos como abulones, caracoles, ostras y mejillones, calamares y pulpos, además de moluscos de agua dulce y, según esta organización, solamente los cefalópodos se encuentran muy explotados, sobre todo en las costas de Perú, Ecuador y Chile en el Océano Pacífico y, en la costa del Océano Atlántico, en el Reino Unido, Francia, España, norte y sur de África y Argentina.

Una de las razones del incremento del aprovechamiento de los moluscos es su alto valor nutritivo, ya que contienen vitaminas A, B, C y D; compuestos glicerofosfóricos; cloruros; carbohidratos, y proteínas en cantidades adecuadas y de fácil digestión. Las proteínas que están presentes son digeribles casi en un 100%, contra el 63% de las de carne de res. Algunos moluscos, como las ostras, poseen altas cantidades de yodo, compuesto que interviene en el funcionamiento de la tiroides; antianémicos como el cobre y el fierro, lo cual explica la añeja popularidad que tienen estos organismos como alimento muy nutritivo.


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